Founder & Thinking Partner en VON DER HEIDE #HRinfluencersLatAm
¿Te preguntaste por qué los seres humanos le tememos a lo que nosotros mismos creamos y consumimos? Un ejemplo de esto es el miedo a que nos reemplace “el Robot”.
Éste y otros temores similares tienen su antídoto: nuestro MINDSET que convierte el miedo en capacidad de reacción evitando la parálisis .
Aunque la afirmación sea un tanto riesgosa, me animo a decir que estamos viviendo un momento hiper-humanista e hiper-tecnológico, en un mundo que, coincidiendo con la descripción de Alejandro Melamed se nos revela a ritmos exponenciales, poniendo patas para arriba las elecciones conocidas de nuestra vida y empujándonos a accionar diferente.
En este mundo, los modelos de competencias dejaron de ser el pilar central de la gestión de personas en las compañías. Por mucho tiempo éstos tuvieron conexión directa con los organigramas y permitieron evaluar, clasificar y hasta predecir el futuro de los colaboradores aplicando una visión anticipatoria en los planes de carrera o de sucesión.
En el escenario VICA la caducidad de los conocimientos específicos adquiridos enciende una alerta respecto de la continuidad de dichos modelos y ni hablar de mantener el purismo en la implementación de la evaluación por competencias.
Entonces,
¿Cómo reconvertirnos para estar a la altura de estos inéditos desafíos?
¿Tenemos la voluntad suficiente para renacer incorporando el código digital hasta naturalizarlo?
¡Estas preguntas se responden recurriendo al MINDSET, no a las competencias!
Pero, ¿qué es el mindset?
Mindset es más que nuestro cerebro pensante. Es lo que resulta del vínculo inseparable entre la razón, las emociones y el deseo. Es la expresión más acabada de nuestras creencias y de nuestra voluntad.
Ante lo nuevo, que despierta inseguridades, el mindset es la condición de posibilidad para la superación y el progreso de las personas. Esto es así porque nuestra capacidad para aprender y desaprender está íntimamente ligada a nuestra aptitud para la apertura y el desapego. Es el mindset lo que activa el “Querer Hacer” liberando la curiosidad e incentivando la valentía para dejar atrás nuestros tan poderosos anclajes al “saber hacer”.
Desarrollar más nuestro mindset nos permitirá “surfear” las transformaciones radicales que sacuden a los negocios que hasta hoy funcionaron al margen de la digitalización.
Hasta aquí, la teoría. Vayamos ahora al terreno!
El modelo de competencias que venimos manejando y al que le ha llegado la fecha de vencimiento, se enfrenta al peligro cierto de un brusco vacío de capacidades en los equipos. Evitarlo requiere renovarse a la misma velocidad que evoluciona el negocio. Para ello es preciso asimismo actualizar las formas de liderazgo y volvernos capaces de conducir equipos que puedan reaccionar a la andanada de múltiples estímulos que nos “acosan”.
Cualquiera sea la sofisticación y complejidad de la tecnología que usemos, nuestro mejor y más completo equipamiento es y será siempre la energía humana, ese combustible ecológico, sustentable y tan poderoso que es el alimento de toda transformación, su condición de posibilidad.
Pensado así, el desafío actual consiste en entrenar y re-crear nuestro mindset aportándole mayor capacidad de resiliencia para ganar agilidad; más presencia plena para responder a una infinidad de estímulos inestructurados; más empatía para inspirar a quienes queremos que nos acompañen; más conexión profunda con nuestro propósito para verificar una y otra vez que vale la pena.
Carol Dweck, la renombrada psicóloga de Stanford que investiga el enorme caudal de aprendizaje que proviene tanto del fracaso como de la perseverancia, propone distinguir una mentalidad de crecimiento de una mentalidad fija - Growth Mindset and Fixed Mindset. Una mentalidad fija repite sus axiomas y es rehén de las propias recetas positivas del pasado lo que le dificulta leer las nuevas realidades y actuar acorde con ellas; la mentalidad de crecimiento se caracteriza por su vocación por conocer, descubrir, experimentar las nuevas formas del mundo, sabe que no hay otra forma más que atreverse, no teme al fracaso por lo que finalmente acarrea menos stress.
Poner a punto nuestra mentalidad de crecimiento es una tarea imprescindible si, como líderes, queremos articular las inteligencias múltiples, mantener la templanza aun cuando no contemos con todo el conocimiento que creemos necesario para enfrentar nuestra tarea y utilizar confiadamente nuestra imaginación como la clave que nos permite enfrentar la ambigüedad en contextos de incertidumbre.
Hace poco estuve cursando en Singularity University un programa para líderes, una experiencia fascinante que literalmente me facilitó “unir los puntos”. Me permitió descubrir la importancia de herramientas tan simples como Visual Thinking, Mindfulness, Story Telling o la Improvisación, para representar las realidades complejas propias de un ritmo de aceleración que nunca antes habíamos vivido.
También me di cuenta de la importancia de detectar “los puntos que no hay que unir”, los que no serán parte del trazado futurista de nuestra empresa y que es necesario borrar, aquellas creencias limitantes que demoran o detienen el progreso individual o del equipo.
Por su parte, Lisa Kay Salomon, profesora y anfitriona del programa, despertó mi pasión por el modelo de Liderazgo Exponencial que pivota sobre 4 pilares articulados entre sí: Futurista, para ver posibilidades e imaginar escenarios futuros; Innovador para encontrar las soluciones disruptivas; Humanitario para movernos en un marco ético a favor del planeta y las personas, y Tecnológico para construir las herramientas.
Un líder exponencial estará atento a detectar en forma permanente los modos de enfrentar los desafíos del mercado así como a la dinámica cambiante de ese organismo vivo que es su organización para responder a las exigencias de su negocio.
Y eso lo hará sabiendo que tanto la inteligencia artificial como la realidad virtual, big data y analytics más que negar subrayan el alto valor que tiene todo lo que no se puede automatizar.
La digitalización de los negocios no es “un propósito”, sino la nueva herramienta para lograr el propósito de las compañías
Hoy, al tiempo que las empresas demandan soluciones en base a la simplicidad que otorga la digitalización y los stakeholders esperan más eficiencia en contextos más exigentes, los colaboradores quieren desempeñarse en tareas a las cuales le encuentren sentido.
El líder exponencial fortalecerá la mentalidad de crecimiento - growth mindset - de los individuos para que todos - organización y colaboradores - evolucionen al mismo ritmo y dirección.
Ya lo dijo Darwin, “no es el más fuerte de la especie el que sobrevive ni tampoco el más inteligente, sino el más adaptable”.
¿Qué espera el mundo de nosotros, hoy? Todo lo que hasta ahora la tecnología no puede proveer
Más mindset que skills!
"Mi mayor desafío es identificar y revelar “qué hacer” para traer el Futuro al Presente en el Mundo del Trabajo"
Susana von der Heide - President & Thinking Partner - VON DER HEIDE
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