Founder & Thinking Partner en VON DER HEIDE #HRinfluencersLatAm
Identificar lo importante de lo urgente es un factor primordial de decisión en la gestión de los líderes. La paradoja de este tiempo es que la transformación digital está siendo a la vez tan urgente como importante. Las consecuencias de su postergación se relacionan directamente con el resultado operativo del negocio y aún más con su sustentabilidad.
Estamos en tiempo de cambios radicales. No obstante la transformación digital no siempre comienza de manera consensuada, estratégica y unánime sino como una consecuencia de iniciativas random que dejan a mitad de camino entre el pasado y el futuro. Y hacer esos “remiendos” tecnológicos se interpone en el fluir del funcionamiento orgánico, confronta con el modelo anterior, actuando como un ancla invisible que se convierte en la excusa perfecta para mantener el statu-quo.
Las compañías evolucionan cuando la tecnología llega de la mano de comprometer y sumar a los equipos, cuestionando al mismo tiempo la cultura y las creencias puertas adentro, llegando al corazón de sus valores.
Es hora de salir de la zona de confort para resolver la paradoja, "las personas somos al mismo tiempo el origen como la solución de este enigma"
La “uberización” que nos amenaza en todas las industrias demanda una recategorización de nuestras prioridades. Dejar de pensar en los procesos para enfocarnos en los usuarios, clientes y colaboradores modifica nuestra brújula.
La transformación digital se ha convertido en un objetivo importante para empezar con urgencia y plantearlo como capítulo central en la cultura.
Acompañar el proceso de evolución del mindset de nuestra gente es la primera decisión relevante.
La información que surge copiosamente y a diario no alcanza para generar conciencia respecto de que la tecnología es el camino más corto para responder a la estrategia del “cliente en el centro”.
A nivel global, según el 22º Survey de PWC, edición 2019, casi el 60% de las organizaciones aún no ha comenzado ninguna iniciativa con Inteligencia Artificial.
El partido de la transformación tecnológica se juega en la mesa de los CEO´s, quienes aún están tratando de resolver la dicotomía de un resultado operativo adverso, que funciona como un enorme árbol que tapa la imagen del bosque, en donde están las soluciones: los clientes y la demanda del mercado.
Muchas empresas ven truncado el sueño de clientes fidelizados mientras que, nuevas propuestas emergentes en modelo digital, conquistan a usuarios en “un click” y ponen en jaque a los rezagados.
Enamorar al cliente es el desafío y la gran oportunidad de nuestro tiempo para hacer una compañía perdurable. Sorprender y fidelizar al cliente interno tanto como al usuario es la incógnita de la ecuación que necesitamos resolver, donde la tecnología tiene un rol clave y es el pilar de la estrategia corporativa.
Demorar la transformación digital no acompaña la evolución inevitable de nuestro tiempo.
Encontrar un balance entre la gestión del negocio actual y la organización del futuro se esboza como la prioridad más perentoria que enfrentaremos.
Mantener el statu quo sin aplicar mindset tecnológico o digital le deja el terreno preparado a una organización exponencial. Un emprendedor con coraje y sin miedo al error, puede ser la ExO que emerge como un competidor imbatible en un mercado maduro.
Estamos en el momento de renovarnos o de re-nacer, para no ser sorprendidos. Para evolucionar tendremos que rendirnos dejando atrás viejas formas de hacer tanto como aceptar nuestra vulnerabilidad, es la agilidad que constituye la identidad del ejecutivo futurista.
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