El contexto de pandemia logró instalar al teletrabajo en la gran mayoría de las organizaciones. Esta nueva posibilidad genera una gran oportunidad para repensar los procesos de adquisición de talento respecto de colectivos minoritarios que antes no eran contemplados como universo de búsqueda. Hoy en día, las políticas de diversidad de una empresa pueden marcar un diferencial importante al momento de decidir aceptar una propuesta laboral.
PASAR DE LA DIVERSIDAD A LA INCLUSIÓN Ya sea que se trate de personas con discapacidades o buscando una mejor integración generacional, o bien que se persiga la equidad de género o la inclusión de madres o padres que privilegiaron el balance familia-trabajo; la diversidad también abarca aspectos vinculados a la nacionalidad de origen, la religión, la orientación sexual e inclusive la ideología. Desde el área de Personas, tanto la diversidad como la inclusión deben integrarse en las distintas políticas que se implementen en los entornos laborales, para mejorar el clima a través de la unión de los colaboradores, generando condiciones que motoricen dinámicas de búsqueda y retención del talento. Generar ambientes que representen a todos los integrantes de la sociedad requiere sin dudas de una mirada empática y de un trabajo a largo plazo. El incremento de la diversidad en los equipos de trabajo debe partir de una cultura empresarial con amplitud de matices. Y de allí construir ideas claras y concretas para aplicarlas, por ejemplo, a los procesos de reclutamiento. El objetivo es no sólo generar un mejor Employer Branding, sino además aprovechar una oportunidad real de crear valor para toda la organización. ¿En tu organización realizan acciones concretas que promuevan la diversidad y la inclusión específicamente en los procesos de búsqueda? Nos encantaría que nos cuenten o compartan ideas en comentarios.
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