Por Ramiro Blazquez, CCO VDH Latam
Entre la entrega anterior, cuando expusimos la creciente demanda de contrataciones que vendrá asociada al crecimiento de las inversiones en Startups Latinas hasta hoy, surgieron al menos 2 nuevos datos, uno reforzando la tendencia y otro levantando alarmas hacia el lado emprendedor.
El primer dato, fue un informe realizado por una plataforma de gestión de contrataciones y pagos bajo modelo “contractor” (muy utilizada en el ecosistema emprendedor) donde informaba sobre el crecimiento de las contrataciones de profesionales en Latam trabajando para proyectos en países diferentes al de su vivienda. El dato es… Estas contrataciones han aumentado en 2021 un ¡286%!, como aprendí en Chile… literalmente quedé ¡PLOP!
El segundo dato, y a mi juicio el más interesante, fue la realización del evento Laba VC Conference (Evento anual de Latin American Business Associations) donde los referentes más importantes del ecosistema de Venture Capitals y CEOs de reconocidos unicornios coincidieron en que no hubo mejor momento en la historia para lanzar una startup en América Latina, sin embargo, también coincidieron en el hecho que la mayor amenaza que enfrenta la abundancia de dinero es la dificultad de encontrar equipos que conduzcan los emprendimientos a su siguiente fase de crecimiento.
Estas confirmaciones me llevaron a reflexionar sobre ¿Por qué un contexto tan prometedor podría ser inevitablemente una doble amenaza, para las corporaciones, por la potencial demanda de sus profesionales y para las startups, por la dificultad para armar sus equipos? Creo que la clave para entenderlo está en lo que defino como el “divorcio cultural” entre ambos modelos de desarrollo de negocios. Un término que personalmente no me gusta, pero creo que ayuda a visualizar la distancia entre ambos mundos y la manera en la que estos mundos (por momentos) se observan el uno al otro… como si estuvieran divorciados.
Analicemos las características culturales predominantes en cada contexto que dan lugar a estas distancias “percibidas” (Destaco lo de percibido porque volveré sobre ese punto más adelante).
Estas diferencias de contexto que forjan culturas que parecieran opuestas son, a mi criterio, parte central del potencial riesgo para ambos contextos. Y retomo aquí el concepto de “distancias percibidas” con las siguientes preguntas reflexivas: ¿No necesita tarde o temprano una startup adoptar experiencias, procesos y modelos corporativos que le permitan llegar al siguiente nivel de crecimiento? Es cierto que el dinamismo del caos requiere pilotos con ciertas características, pero no son situaciones que vayan a eternizarse, tarde o temprano lo que nació del caos del Big Bang requerirá estabilizarse para desarrollar una vida sustentable.
¿No necesita una corporación (la más tradicional que puedas imaginar), un golpe de oxígeno y renovación cada tanto? ¿Una estrategia de innovación y actualización para crear nuevos diferenciales de negocio que le garanticen la sustentabilidad en el tiempo y le permitan defender una posición competitiva? Yo pienso que todas las empresas quieren evitar ser el logo de Blockbuster en el ppt de la historia de los negocios.
¿Y entonces? Creo que tenemos una tremenda oportunidad por delante, la de dejar de observar estos mundos como contradictorios, diferentes y apelar a la potencia del lenguaje para comenzar a definirlos como “complementarios”, donde en diferentes momentos uno necesita del otro y mas tarde o más temprano, la startup se convierte en corporación o la corporación compra una startup.
Si logramos hacer este clic y vernos protagonistas de esta oportunidad única en la historia del desarrollo empresarial, social y laboral latino, habremos capitalizado la gran oportunidad que se nos presenta en la abundancia de capitales buscando oportunidades de inversión en nuestros mercados y creado una matriz de enriquecimiento cruzado y complementariedad entre actores que finalmente participan dentro del mismo escenario.
Las compañías tradicionales podrán nutrirse de más innovación, perfiles disruptivos y nuevas ideas que las hagan sustentables y más competitivas, podrán aprender de las virtudes de un ecosistema emprendedor cada vez más robusto y desarrollar con más intensidad sus propias culturas “intrapreneur”.
Las startups podrán fortalecer sus equipos fundadores con la experiencia y la trayectoria valiosa de profesionales que faciliten, potencien y conduzcan la transición del crecimiento caótico hacia un crecimiento sustentable sin por ello perder su esencia y así mejorarán el ratio de emprendimientos que atraviesan con éxito el camino que los lleva de una ronda de inversión a la siguiente.
Y sin lugar a duda hay un factor más y creo es uno de los más importantes para facilitar esta transición a la complementariedad a la que los invito… ¡Nuestro ROL desde RRHH en este contexto!
Tenemos la posibilidad de asumir el protagonismo que se nos ofrece y contribuir en cambiar estas predicciones de amenaza para convertirlas en oportunidades y, facilitando un desarrollo de carreras sustentables que integre oportunidades de ambos modelos, capitalizar una oportunidad histórica que está disponible en nuestra América Latina. Los invito a continuar profundizando sobre nuestra potencial contribución en una siguiente entrega. ¡Saludos!
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